Coincidiendo con la festividad de la Candelaria, se produce un singular y mágico fenómeno lumínico en la Catedral de Mallorca: la Fiesta de la Luz. También conocido popularmente como el “vuit de la Seu”, que atrae a multitud de visitantes
Son cada vez más numerosos los curiosos venidos de todas partes de las islas y también de fuera de ellas que se acercan a la Catedral de Mallorca para contemplar y maravillarse ante el espectáculo de luz que la ilumina estos días. La Fiesta de la Luz es una excepcional coincidencia que tan sólo tiene lugar dos veces al año: el 11 de noviembre por San Martín y el 2 de febrero, cuando se celebra la festividad de la Candelaria. Una hermosa casualidad que no deja a nadie indiferente y que no puedes perderte si tienes la suerte de estar en la isla estos días.
Eso sí, si no quieres lamentarte después, debes madrugar, ya que el fenómeno tiene lugar a primera hora de la mañana, con la salida de los primeros rayos. Exactamente a las 8:30 h el sol atraviesa el rosetón mayor del templo que preside el altar, proyectando sobre la pared interior de la fachada principal una explosión de color procedente de las 1.115 piezas que componen este rosetón. Este despliegue cromático es único ya que solo la Catedral de Mallorca reúne las condiciones de orientación, ubicación y construcción para que tenga lugar.
Miles de personas se reúnen para presenciar este espectáculo increíblemente mágico que se forma cuando la luz atraviesa el rosetón de la fachada principal para reflejarse en la pared interior, bajo el segundo rosetón, formando un “vuit” (ocho, en catalán) perfecto. Tal es su encanto y singularidad, que se ha convertido en un evento totalmente mediático, retransmitido por televisiones de todo el mundo, y muy esperado por los ciudadanos. Su popularidad está a la altura del canto de la Sibil·la de la noche de Navidad.
El espectáculo, de gran eco internacional, está envuelto de misterio y magia, por el supuesto significado numerológico del “vuit”, así como de una orientación simbólica de la Catedral.
La Seu de Mallorca quiere recuperar una tradición cultural histórica de origen griego y romano, que fue cristianizada por el papa Gelasio el año 496. El cristianismo, 40 días después de Navidad, celebra la fiesta de la Candelaria. Ésta conmemora la presentación de Jesús al templo de Jerusalén y la purificación de su madre, María. Este ritual, asociado a la cultura judía, se desarrollaba en torno a la oferta y la bendición de velas de cera. La construcción histórica de la liturgia cristiana dedicada a la Candelaria ha identificado esta conmemoración como la Fiesta de la Luz.