Después de la Catedral de Palma, posiblemente el Castillo de Bellver sea el monumento más reconocible de la ciudad. Un tesoro histórico situado en lo alto de una colina de 112 m (Puig de Sa Mesquida) que te invita a viajar a través de los siglos; un portal a un mundo de maravillas que Nivia Born Boutique Hotel te descubre en las siguientes líneas.
La historia del Castillo de Bellver, que luce una arquitectura deslumbrante, se remonta al s.XIV, cuando el rey Jaime II ordenó su construcción. Desde entonces y antes de adoptar un uso cultural a finales del s.XX, ha funcionado como residencia real, fortificación y prisión. De ahí, la combinación de elementos palaciegos y defensivos que se aprecia en su estructura. Su forma circular, una rareza en la arquitectura de castillos, lo convierte en único en España, mientras que sus bellos patios empedrados albergan secretos como el Museo de Historia de la Ciudad, que brinda una importante colección del legado romano, musulmán y cristiano.
No es de extañar que Bellver (del catalán antiguo ‘bell veer’) signifique ‘bella vista’. Con tres torres –también circulares– adosadas a la muralla y una torre mayor (torre del homenaje) que alcanza los 33 m de altura y despliega a sus pies un gran foso, desde la terraza superior del Castillo de Bellver las vistas sobre la ciudad, el puerto y la Serra de Tramuntana te dejarán sin aliento. En las alturas, podrás deleitarte con una panorámica de Palma sin ningún tipo de obstáculo y acompañado de la brisa marina y la tranquilidad que te regala el entorno.
Sin salir del recinto es posible perderse por el Bosque de Bellver, el gran pulmón verde de la ciudad y un refugio de paz donde te abrazará la vegetación típicamente mediterránea. Siguiendo los senderos delimitados, disfrutarás de un relajado paseo rodeado de fauna y flora características de la isla.
Cómo llegar y cuándo visitar el Castillo de Bellver
Puesto que se encuentra a solo 3 km del centro de Palma, es posible llegar a pie hasta el Castillo de Bellver. De camino, atravesarás el barrio del Terreno, que entre los años 50 y 70 fue un imán para artistas, bohemios e intelectuales de todo el mundo. Unas escalinantas peatonales grandes te permitirán subir cómodamente hasta la fortaleza. Si prefieres reservar todas tus fuerzas para la visita, las líneas 4, 20 y 46 de autobús urbano también te dejarán cerca del monumento.
De martes a sábado, el horario del Castillo de Bellver es de 10 a 18 h (hasta las 19 h de abril a septiembre), mientras que domingos (la entrada es gratis) y festivos abre de 10 a 15 h. El día de Año Nuevo, el Domingo de Pascua, el 1 de mayo y el día de Navidad permanece cerrado, así como todos los lunes.