Seguro que en algún momento has oído hablar y, con suerte, has degustado este dulce tan característico de la repostería mallorquina, cuyos orígenes se remontan al s.XVII, cuando se empezaron a preparar para las fiestas y celebraciones locales. Pero si todavía no has probado la mejor ensaimada de Palma, desde Nivia Born Boutique Hotel te animamos a hacerlo en algunos de los lugares con más solera de la capital, excelentes guardianes de la tradición.
La ensaimada del Fornet de la Soca (antiguo Forn des Teatre), situado en la plaza Weyler, es una de las más célebres de la ciudad por su sabor exquisito y por su elaboración reposada (tardan alrededor de un día en completar todo el proceso). Aunque la lisa o las de cabello de ángel (con Indicación Geográfica Protegida) son de las que más se venden, también encontrarás otras recetas singulares, como la ensaimada de tallades, con sobrasada y calabazate. Esta variante se solía comer durante el Carnaval y los días previos a la Cuaresma.
A los pies de nuestro alojamiento (calle Paraires, 2), el Horno de Santo Cristo también es experto en la elaboración de la auténtica ensaimada artesanal mallorquina, con un aroma y gusto inconfundibles. Aquí las opciones se multiplican: de crema quemada, mazapán, chocolate negro o blanco, albaricoque, de sobrasada con miel… Desde 1910 sus maestros reposteros se han especializado en la preparación y horneado de esta deliciosa masa azucarada elaborada con masa madre y manteca de cerdo (saïm). Si te alojas en Nivia Born Boutique Hotel, no hará falta que salgas de tu habitación para deleitarte con este manjar; nosotros te lo acercamos para que puedas disfrutarlo en la intimidad o llevártelo a casa en una singular caja octogonal y compartirlo con los tuyos.
Sin abandonar el casco histórico de la ciudad, Can Joan de s’Aigo, en calle Baró de Santa Maria del Sepulcre (una travesía de Jaime III), brinda también una de las mejores ensaimadas de Palma en un acogedor local, que exhibe a la perfección la tradición mallorquina en su mobiliario, decoración y, por supuesto, en sus famosos productos. Su carta recoge nada más y nada menos que ocho tipos de ensaimadas: de crema, albaricoques, crema y manzana, con tallades, chocolate, cabello de ángel y nata. Y si eres muy goloso, te recomendamos pedir otras de sus dos especialidades: el quarto y la coca de patata.
Junto a las tartas y la confitería, las ensaimadas del Forn Fondo (calle Unió, 15) también destacan por su calidad y todas ellas tienen sello con denominación de origen ‘Ensaimada de Mallorca’. Con más de veinte clases –algunas con ingredientes poco usuales como dulce de leche, chocolate negro con naranja, higos o cerezas– te costará decantarte por una.
Clásicas o innovadoras, pero todas respetando los procesos artesanales y ensalzando los productos de la tierra. Prepárate para que las ensaimadas de Palma te dejen el mejor sabor de boca.
